Consejo Constitucional: aprueban enmiendas que niegan huelga y merman derechos históricos de las y los trabajadores.
La derecha y la ultraderecha aprobaron en bloque el artículo, que en caso de aprobarse el anteproyecto de nueva constitución en diciembre próximo, supondrá un grave retroceso en el derecho fundamental que históricamente ha permitido avanzar en mejoras laborales. Esto perjudicaría el ya limitado derecho a huelga de las y los trabajadores del Metro, restringido por la ley de servicios mínimos.
El pasado jueves las bancadas de la derecha y la ultraderecha, aprobaron la enmienda presentada por los consejeros del Partido Republicano, que modifica la regulación del derecho a huelga, quedando su ejercicio restringido exclusivamente al marco de la negociación colectiva.
Frente a esto la Federación de Sindicatos de Metro, emitió una declaración en la que alertan de los peligros que supone esta situación. “Con este articulado, perdemos nuestro derecho a ejercer la huelga, afectando así las negociaciones colectivas en el Metro, que reducirían la capacidad de avanzar en más derechos para las y los trabajadores y nuestras familias”
En el caso del Metro, los sindicatos han construido un marco de diálogo con la administración, que se manifiesta de manera recurrente y no solo en el marco de la negociación colectiva. Los distintos cambios que busca implementar la empresa en el modelo operacional, los incidentes en la red o incluso los distintos inconvenientes que tienen de manera particular las y los trabajadores, requieren que sus sindicatos tengan la fuerza suficiente para defender sus intereses y derechos en todo momento.
La enmienda aprobada por el Consejo es contraria, además, a la declaración Universal de los Derechos Humanos que establece “la libertad de asociación y el derecho a huelga como una garantía asegurativa de la libertad sindical. Se opone también a los estándares internacionales fijados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y sus órganos de control.
Es crucial que este derecho sea reconocido, de lo contrario las y los trabajadores son privados de una herramienta fundamental para frenar y limitar el poder de la empresa, que podrá implementar planes, proyectos e iniciativas pasando por encima de las organizaciones sindicales. Sin huelga el riesgo de ser objeto de abusos de parte de la administración, es prácticamente una realidad.
